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4 preguntas sobre el programa de inversión de Equality Fund
Lo vemos todos los días, en todas las comunidades: los movimientos feministas están construyendo soluciones para resolver los mayores retos de nuestro planeta, pero los modelos caritativos tradicionales mantienen el dinero y el poder en la cima, lo que niega a nuestros movimientos el apoyo previsible que merecemos para construir el futuro que necesitamos. Para cambiar esta realidad, creemos que debemos ir a la raíz del problema, adoptando una nueva estrategia que transforme los modelos de financiación del pasado y a los agentes de poder que los controlan.
Así nació Equality Fund. Gracias a una contribución de 300 millones CAD del Gobierno de Canadá, estamos construyendo una base de poder feminista. Reunimos bajo un mismo techo la concesión de subvenciones en el ámbito mundial, la inversión con perspectiva de género (GLI, por sus siglas en inglés), la defensa de políticas audaces y la filantropía multisectorial para desbloquear nuevos capitales destinados a los movimientos feministas a nivel mundial a largo plazo. Si ponemos todos los medios de los que disponemos a trabajar por el cambio, podemos hacer crecer el volumen de recursos disponibles para los movimientos feministas y transferir a las mujeres, las niñas y las personas trans recursos y poder perdurables en el tiempo. Al hacerlo, podemos contribuir a un cambio significativo en los sistemas básicos, como nuestro ecosistema financiero, la filantropía mundial y el sector del desarrollo internacional, que no fueron construidos por feministas y nunca han funcionado para nosotras.
A medida que nuestro modelo cobra fuerza, nos detenemos para analizarlo. Hoy, empezamos por las inversiones.
- ¿Por qué un programa de inversión? ¿Por qué no sólo conceder más subvenciones ahora?
La inversión forma parte del modelo de Equality Fund y es fundamental para nuestro objetivo principal: crear una fuente de recursos independiente, escalable y sostenible para los movimientos feministas. Como activistas feministas, muchas de nosotras hemos presenciado cómo los patrocinadores pierden interés en nuestro trabajo justo cuando ganamos fuerza o cómo los gobiernos dejan de financiar a las feministas cuando hay un cambio de gobierno. La labor de los movimientos feministas tiene demasiada importancia para seguir dependiendo de un sistema tan viciado. Por ello, estamos creando una fuente de financiación previsible para satisfacer las necesidades a corto plazo mientras planificamos el futuro.
En todo momento, tenemos muy claro que la inversión es solo una herramienta en un ecosistema de cambio feminista. También defendemos y financiamos activamente la construcción de poder colectivo y el activismo feminista que, por ejemplo, exige justicia económica y climática y responsabiliza a empresas y gobiernos desde fuera.
En general, nuestro programa de inversión busca cambiar la forma en que el actual ecosistema financiero sirve a todos sus miembros, en particular a las mujeres, las niñas y las personas trans. Con el tiempo, los beneficios generados por nuestras inversiones financiarán la ampliación de nuestra concesión de subvenciones. El resultado? Más recursos, durante más tiempo, para los movimientos feministas. Si distribuyéramos la mayor parte de estos recursos ahora, podríamos poner en riesgo esta oportunidad histórica de catalizar un cambio sistémico mucho más profundo, así como el mayor volumen de recursos y poder que ello conlleva.
Es igualmente importante el hecho de que nuestro trabajo para transformar el sistema financiero sea en sí mismo un motor de cambio duradero para nuestras comunidades. Al reorganizar el sistema desde dentro, ayudamos a cambiar tanto el origen de la toma de decisiones sobre el capital como su destino. El resultado es más cantidad de inversiones destinadas directamente a las mujeres, las niñas y las personas trans para que estas puedan construir su propio futuro sostenible y escalable de acuerdo con sus propias visiones. Juntas estamos cambiando la forma de concebir la inversión para el futuro, de poner el capital en manos de personas emprendedoras, agentes de cambio y disruptores del sistema, y de desafiar a nuestros propios ecosistemas para tomar mejores decisiones en todo el proceso de inversión.
- ¿Por qué el enfoque de inversión de Equality Fund es distinto?
La diferencia más importante es que contamos con la participación de activistas feministas y visionarias de principio a fin. Para honrar nuestro profundo compromiso de colaboración y responsabilidad con los movimientos feministas, trabajamos con un Consejo asesor sobre inversiones formado por un grupo diverso de inversionistas, activistas feministas, economistas y defensoras de los derechos de la mujer que ayudan a garantizar que se incorpore la perspectiva feminista en todas nuestras actividades de inversión. El Consejo asesora permanentemente a nuestro equipo de inversión sobre nuestra estrategia de inversión en su conjunto.
También reconocemos que hay que hacer más para garantizar que la inversión con perspectiva de género sea verdaderamente responsable y transparente. Trabajamos activamente con otros líderes intelectuales y dirigentes en la comunidad de inversionistas con perspectiva de género a fin de crear normas, informes y herramientas significativas para impulsar aún más este campo.
- Pero ¿puede la inversión contribuir realmente al cambio feminista?
Creemos firmemente que sí, siempre y cuando trabajemos de manera conjunta para elevar los estándares de lo que se ha hecho hasta ahora.
La inversión con perspectiva de género significa cosas distintas para personas con valores y objetivos muy diferentes. Para nosotras, se refiere a invertir (para lograr un impacto financiero y social) con la intención de abordar temas de igualdad de género o promover la equidad de género. En la práctica, significa tener en cuenta la participación, las necesidades, las realidades y el liderazgo de todos los géneros en todos los aspectos de la toma de decisiones de inversión, procurando tratar el tema de la desigualdad estructural y sistémica.
A medida que aumenta la popularidad de la inversión con perspectiva de género, algunos enfoques se centran únicamente en parámetros superficiales, como la representación de las mujeres. Muchos enfoques tradicionales no van lo suficientemente lejos para abordar asuntos estructurales básicos como el poder y la equidad. Nos enorgullece formar parte de un grupo creciente de inversionistas que se comprometieron a continuar avanzando. Esta es nuestra oportunidad de aprovechar una larga historia de activismo feminista e innovación en la inversión con perspectiva de género y de impulsar un cambio aún más profundo en los mercados de capitales.
Para aprovechar este impulso, estamos creando nuestros propios productos y herramientas y compartiéndolos con inversionistas de todo el mundo. El año pasado, por ejemplo, lanzamos Equality Fund — Fondo de Deuda Privada, una estrategia de inversión en deuda privada con perspectiva de género diseñada a medida con nuestros socios RockCreek y Turning Rock Partners. Este fondo canaliza las primeras inversiones hacia empresas que buscan beneficiar a las mujeres, sus familias y sus comunidades o que sirven directamente a las mujeres. Y hay mucho más por venir: el mes que viene, compartiremos de manera simple los Criterios de inversión con perspectiva de género de Equality Fund, para que todos los inversores analicen cómo las inversiones favorecen o perjudican a las mujeres, las niñas y las personas trans.
- ¿Sería mejor trabajar por el cambio desde fuera del sistema financiero?
Las feministas del mundo entero abordan este tema a su manera, y sentimos un profundo respeto por las compañeras y las organizaciones asociadas que deciden tomar el camino que más les conviene. Esto hace que nuestro ecosistema feminista sea tan rico, diverso y efectivo. Nos unimos y fomentamos un diálogo cada vez más fructífero sobre inversiones, rendición de cuentas y cambio feminista.
A medida que lidiamos con estas contradicciones y complejidades, reflexionamos profundamente sobre nuestro propio papel y responsabilidad en este momento. Siempre volvemos a dos verdades. El ecosistema financiero tal y como lo conocemos es profundamente anticuado y perjudicial. Basado en prácticas arraigadas de explotación y extracción, su objetivo es despojar a la mayoría de todo tipo de riqueza para ponerla al servicio de unos pocos en la cima.
Y, sin embargo, si queremos transferir poder y recursos a las mujeres, las niñas y las personas trans, creemos que podemos —y debemos— ir a donde se encuentra actualmente gran parte de ese poder y esos recursos. Algunos informes sugieren que el valor total de los mercados mundiales de capitales (renta fija y variable) supera los 250 billones de USD. Son cifras tan asombrosas que nuestros valores nos instan a comprometernos. Si aprovechamos al máximo nuestra influencia, podremos ayudar a activar la promesa de invertir con perspectiva de género. Así podremos dirigir los recursos hacia las mujeres empresarias y las empresas que dan prioridad a la equidad y atienden mejor a las necesidades y los intereses de las mujeres, las niñas y las personas trans.
Este trabajo es complicado y siempre supondrá un reto. Pero con todo lo que está en juego, elegimos aventurarnos con confianza, humildad y transparencia al mismo tiempo. Y nos comprometemos con el diálogo, el aprendizaje compartido y el intercambio a lo largo del recorrido. Juntas tenemos la oportunidad de cambiar el poder y los recursos a una escala que no podía contemplarse en el pasado.
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