Seguimiento de los fondos: un análisis cuantitativo de las inversiones de ayuda internacional para la igualdad de género de Canadá

Beth Woroniuk, Vicepresidenta de Política

Recientemente, uno de los principales periódicos de Canadá publicó un editorial titulado «La ayuda exterior de Canadá vuelve a caer». El escrito lamentaba el fracaso constante de Canadá a la hora de acercarse siquiera al objetivo global de destinar el 0,7 % de su renta nacional bruta a la ayuda oficial al desarrollo. Durante décadas, la contribución de Canadá a la ayuda oficial al desarrollo ha rondado el 0,3 %.

En los últimos años, el sector del desarrollo internacional de Canadá ha defendido que debería formularse un plan para acercar esta cifra al objetivo del 0,7 %. Estamos de acuerdo con esta postura.  

También nos interesa comprender mejor la manera en la que se está asignando el presupuesto de ayuda en Canadá, es decir, no solo la cuantía que sale de las arcas públicas, sino la manera en la que se reparten esos fondos.

La Política Feminista de Ayuda Internacional de Canadá (FIAP, por sus siglas en inglés), adoptada en 2017, incluye compromisos específicos de gasto en igualdad de género. Para el ejercicio 2021-2022: 

  • Al menos el 95 % de la ayuda bilateral al desarrollo internacional de Canadá deberá destinarse a la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres y las niñas, o bien integrar estos objetivos. 
  • El 15 % de toda la ayuda bilateral al desarrollo internacional deberá destinarse a iniciativas dedicadas a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de actuación.

A principios de este año, la Auditoría General de Canadá señalóque no se había alcanzado el objetivo del 15 %, que los indicadores no estaban haciendo un buen seguimiento de los resultados y que había deficiencias en la gestión de los datos y la información. Como ya explicamos en marzo de 2023, aunque hay margen de mejora en la aplicación de la FIAP, este instrumento es hoy más necesario que nunca, por lo que propusimos cinco formas de cumplir los compromisos acuñados. 

Dado que nos centramos en dotar de recursos a los movimientos feministas, queríamos indagar en los cambios que se han producido desde 2017 en la financiación de la igualdad de género.

Para ello, recurrimos a Heather Dicks, experta en datos de la Memorial University of Newfoundland, que nos ayudó a documentar y analizar los datos. A partir de los informes del Ministerio de Asuntos Mundiales de Canadá y del Sistema de Notificación por parte de los Países Acreedores de la OCDE, hemos elaborado una panorámica de las tendencias de la inversión en igualdad de género de los últimos siete años. Nuestro nuevo informe, titulado «Seguimiento de los fondos», es el fruto de este trabajo.

¿Qué hemos descubierto?

En primer lugar, que los datos son confusos.  El Ministerio de Asuntos Mundiales de Canadá determina internamente qué se puede catalogar como «inversión en igualdad de género» sin ninguna validación externa. Hay retrasos en los informes, por lo que los datos disponibles más recientes son de 2021. Los informes del Ministerio y de la OCDE usan periodizaciones distintas, lo que dificulta establecer comparativas. Además, la «ayuda bilateral» (es decir, la que se comunica a la OCDE y en la que se basan los compromisos de la FIAP) no incluye flujos de ayuda significativa, tales como las inversiones en organismos multilaterales.

No obstante, hemos encontrado la manera de desgranar y documentar los datos de forma que tengan sentido. Hemos consultado al Ministerio para asegurarnos de que hemos comprendido su sistema de presentación de informes y creemos haber identificado las principales tendencias, aunque con algunas salvedades.

En segundo lugar, se ha avanzado en la senda hacia la consecución de los objetivos. Si bien no se ha logrado el objetivo del 15 % establecido en la FIAP, ha habido un progreso constante desde 2017. Las inversiones en el Fondo de Igualdad (300 millones de dólares) y en el programa Voz y Liderazgo de las Mujeres (182 millones de dólares) ayudan a explicar el repunte, que se debe, en parte, a la financiación que ambas entidades han recibido. Concretamente, la financiación destinada a las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer ha aumentado de manera sustancial. Por ejemplo, en 2021 (un año después de que se computara la contribución al Fondo de Igualdad), los fondos destinados a las organizaciones de los derechos de la mujer ascendieron a 52,8 millones de dólares, es decir, el 1,1 % de la ayuda bilateral asignable. En comparación con el año 2015, cuando tan solo se destinaron 1,6 millones de dólares a las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, se trata de un importante avance. Aunque sigue habiendo mucho margen de mejora, hemos observado una mayor voluntad de aumentar la inversión en igualdad de género por parte del Gobierno.  

La inversión en ayuda oficial al desarrollo de Canadá destinada a poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, a la salud reproductiva y a la planificación familiar (los términos oficiales de codificación) también ha aumentado en los últimos años. Hoy en día, Canadá es líder mundial en el apoyo a iniciativas contra la violencia de género en términos de gasto. En cuanto a la financiación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, Canadá invirtió 41 millones de dólares en 2015 (el 1,2 % del total de la ayuda bilateral asignable). En 2021, este importe aumentó a 170,4 millones de dólares (el 3,5 % del total de la ayuda bilateral asignable).

También analizamos la programación en igualdad de género en todos los ámbitos de actuación de la FIAP. Aunque la ayuda bilateral asignable calificada como «principal» en materia de igualdad de género ha aumentado en todas las áreas programáticas, los mayores avances se han producido en las áreas de gobernanza inclusiva, salud global y nutrición, y educación. Aún queda mucho por hacer para aumentar el número de iniciativas orientadas a la igualdad género en la ayuda humanitaria y lograr una financiación para el clima y el medioambiente. 

Recomendaciones para el Ministerio de Asuntos Mundiales de Canadá

Hemos formulado cuatro recomendaciones para el Ministerio encaminadas a mejorar los procesos de elaboración de informes y la comunicación en estas cuestiones:  

  • En primer lugar, reforzar y mantener el liderazgo mundial en la financiación de las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, la erradicación de la violencia sexual y de género y la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. La tendencia ascendente hasta la fecha es un buen punto de partida, pero el esfuerzo debe ser aún mayor.
  • En segundo lugar, mejorar la transparencia del Ministerio a la hora de calcular la financiación destinada a la igualdad de género. Esto abarca el proceso de codificación, de elaboración de informes y de asignación, entre otros. Por otra parte, esto se relaciona con las preocupaciones de la Auditoría General sobre la comprensión de las repercusiones y los resultados. 
  • En tercer lugar, mejorar la elaboración de informes públicos sobre las inversiones. El informe anual del Ministerio remitido al Parlamento podría incluir un anexo con la financiación en igualdad de género desglosada por marcadores y detallar los flujos de financiación destinados a áreas clave, tales como las organizaciones de derechos de la mujer, la salud y los derechos sexuales y reproductivos y las iniciativas dirigidas al colectivo LGBTQ+. También sería útil contextualizar estos datos mediante comparativas con años anteriores.
  • Por último, aumentar en general las inversiones en programas catalogados como «principales» para la igualdad de género, así como en aquellos ámbitos de actuación de la FIAP donde el avance ha sido más lento, incluyendo la ayuda humanitaria y la programación sobre medioambiente y clima. Dada la necesidad urgente de aumentar la inversión en estas dos áreas, es necesario garantizar que una parte significativa de los programas estén dirigidos a alcanzar objetivos feministas.

El año pasado, varias reflexiones sobre la FIAP se centraron en que uno de los mayores avances desde 2017 ha sido el cambio en los debates. Las cuestiones relacionadas con la justicia de género, anteriormente relegadas a un segundo plano como un tema meramente «transversal», cada vez están más presentes en las conversaciones principales sobre la cooperación canadiense al desarrollo. Hemos observado avances. Sin embargo, es el momento de aprovechar estos avances iniciales y la promesa de la FIAP de apoyar el cambio feminista de forma nueva y mejor.

lea el informe completo aqui

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