Hemos observado con horror cómo siguen aumentando la violencia y el sufrimiento en Gaza e Israel, a la vez que se incrementa el riesgo de que se expandan por Medio Oriente. El sufrimiento, la crueldad y la falta de respeto hacia los derechos humanos y las vidas humanas son intolerables. Trasladamos nuestra solidaridad a las familias en duelo por la muerte de sus seres queridos, cuyo inmenso dolor y su anhelo por la paz y la justicia van más allá de cualquier frontera.
La situación evoluciona a una velocidad vertiginosa, recientemente, más de 500 civiles murieron tras el bombardeo de un hospital de Gaza. La catástrofe humanitaria en Gaza es de una magnitud sin precedentes. Volvemos a exigir un alto el fuego inmediato y que se establezca un corredor humanitario de manera urgente. La gravedad de esta situación también requiere el pleno respeto y aplicación del derecho internacional. No hacerlo constituye un crimen de guerra.
La justicia es el único remedio válido contra la violencia y la crisis. La paz no puede florecer en el marco de una ocupación. Para alcanzar una paz duradera, es necesario abordar las causas subyacentes al ataque. Apoyamos firmemente los movimientos de justicia de género y seguiremos ofreciéndoles nuestra ayuda y visibilizando sus voces y su liderazgo. Instamos a que se coloque el liderazgo de las mujeres, las niñas y las personas trans en el centro de la creación de soluciones políticas ante la crisis actual, con el fin de diseñar soluciones duraderas para la ocupación de Gaza.
El Fondo de Igualdad apoya alrededor de 30 organizaciones de la región de Medio Oriente y el Norte de África. En los próximos días, haremos todo lo que esté en nuestra mano para llegar a las organizaciones de la región y proveerles de los fondos y la ayuda humanitaria que necesitan hoy con tanta urgencia y que seguirán requiriendo en los próximos meses.